miércoles, 18 de mayo de 2011

A onde vam os votos roubados?

A xustiza pola man

Rosalía de Castro

Aqués que tén fama de honrados na vila,

Roubáronme tanta brancura que eu tiña;

Botáronme estrume nas galas dun día,

A roupa decote puñéronma en tiras.

Nin pedra deixaron, en donde eu vivira;

Sin lar, sin abrigo, morei nas curtiñas;

Ó raso cas lebres dormín nas campías;

Meus fillos..., ¡meus anxos!..., que tanto eu quería,

¡Morreron, morreron, ca fame que tiñan!

Quedei deshonrada, mucháronme a vida,

Fixéronme un leito de toxos e silvas;

I en tanto, os raposos de sangre maldita

Tranquilos nun leito de rosas dormían.

-Salvádeme ¡ou, xueces!, berrei..., ¡tolería!

De min se mofaron, vendeume a xusticia.

- Bon Dios, axudaime, berrei, berrei inda...

Tan alto que estaba, bon Dios non me oíra.

Estonces cal loba doente ou ferida,

Dun salto con rabia pillei a fouciña,

Rondei paseniño...¡Ne-as herbas sentía!

I a lúa escondiase, y a fera dormía

Cos seus compañeiros en cama mullida.

Mireinos con calma, i as mans estendidas,

Dun golpe, ¡dun soio!, deixeinos sin vida.

I ó lado, contenta, senteime das vítimas,

Tranquila, esperando pola alba do día.

El voto significativo

La democracia como idea y como sistema son cosas muy distintas. En un principio, se intenta crear el sistema para que esté al servicio de la idea. Hasta que se pone en un contexto para ponerlo en marcha y para eso hace falta que alguien lo haga: el ser humano. El ser humano hace que el sistema deje de ser inocente, porque lo usa con una finalidad diferente a la original.

Es el caso del sistema electoral: la figura de poder que mueve los hilos, el monopolio de los medios de comunicación y, en definitiva, todas las fuerzas coactivas que malean la voz del ciudadano según sus intereses.

Cuando nos ocurre una injusticia por causa de una entidad poderosa, nos sentimos solos: no somos nadie. Esa entidad usó su fuerza para desequilibrar la situación a su favor y una sola persona no se puede medir con ella.
No se puede eliminar el error de un sistema, siempre va a aparecer. Pero se puede señalar y corregir. Esto es lo que hace que las cosas funcionen, evolucionen y mejoren: la retroalimentación. La retroalimentación elimina la asimetría entre la entidad y la persona, porque da cabida a todas las voces. Esa persona tendrá tanta voz como todas las demás. Y aunque esa entidad haya sumado mucho poder, se tendrá que enfrentar a todas las voces restantes si intenta cometer abusos.

No hace mucho que vivíamos la hegemonía de las mayorías. Unas mayorías ficticias: se escuchaba la música de las discográficas y se aceptaba la información de los medios de masas. No había otra alternativa.
Pero las voces mayoritarias no eran tales y las minorías sin voz descubrieron que no estaban solas.
Hoy no hay mayoría, todo son minorías. Pluralidad.

Ya ocurrió con la cultura y con la información; es el turno de la política. Podemos dejar de ser ciudadanos analógicos para convertirnos en ciudadanos digitales: activos y con una voz. Me da igual si ese primer ministro acapara todos los medios de comunicación de su país, ¡¡¡yo tengo un twitter!!! ¡¡Ya NO somos nadie!!

Para hacerse oír, una voz necesita un canal y un motor. El canal es INTERNET. Y el motor es cualquier idea, propuesta o iniciativa que cada cual quiera defender o a la que se quiera sumar.
Se decía que los pueblos árabes no deseaban libertades, que estaban muy contentos con sus regímenes. Hasta que tuvieron un canal y un motor y el mundo escuchó su voz...

Esta vez, yo quería expresar mi voz a través del voto. Pero el sistema es defectuoso:

Hace una semana fui a correos a solicitar el voto por correo, ya que, como tantas otras veces, estoy lejos de mi ciudad y me resulta imposible acudir a votar. Ayer recibí la respuesta: me habían denegado el voto por correo por un defecto de forma. "Falta el sello de fechas de correos".
Para sumar profesionalidad al proceso, la persona que se encargó de mi fallida solicitud en la oficina de correos (la que no puso el sello de fechas), me preguntó en el momento del trámite por mi acento gallego y me dijo: "¿No serás uno de esos independentistas?"

No voy a hacer suposiciones ni comentarios. La pregunta podría estar relacionada con el defecto de forma, o no, no lo sé. Pero de todo esto saco dos conclusiones: que el derecho fundamental al voto es muy fácil de vulnerar y que yo ya no voy a votar.

Lo que sí voy a hacer es animar a todo el mundo a que exprese su voz de la manera que considere oportuna. Una voz sin interferencias.
El voto útil es un voto analógico, una presunta maniobra táctica (¿maniobra de quién?) que solo sirve para perpetuar el bipartidismo: un ejemplo de desequilibrio producido por la fuerza de una entidad demasiado poderosa, un ejemplo de deficiencia en el sistema.

Ahora es posible el VOTO SIGNIFICATIVO. El voto de la pluralidad, de cada una de las voces. El voto que va más allá del sistema electoral. Porque no hay que esperar al domingo 22 para saber la repercusión que han tenido los recientes movimientos y manifestaciones de la ciudadanía. Ya han tenido repercusión, ya son una voz que todos escuchamos. El voto significativo es la voz de cada uno, que contribuye al gobierno del pueblo a través de la retroalimentación y que no se reduce al día de las elecciones. La voz que me intentaron denegar, pero ya no pueden, porque ahora soy un ciudadano digital.

Esto es mi voto.

martes, 17 de mayo de 2011

Ausencia - Goran Bregovic





Hoy no hace sol, pero tenemos música..



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Trois je t'aime - Bigott




Bigott se ha declarado recientemente seguidor del movimiento pacifista de indignados Democraciarealya, en apoyo a las múltiples manifestaciones acontecidas en nuestras ciudades el día 15 de mayo.


(Nota al lector: Es perfectamente posible que las declaraciones atribuidas en "esto" al artista conocido como Bigott sean falsas o de más que dudosa credibilidad)

Es presunto seguidor...

Por otro lado si os apetece leer el manifiesto...http://democraciarealya.es/?page_id=88

Democracia Real Ya! : Resistencia pacífica en Sol




El pueblo unido jamás será vencido...

Ya es hora de que nos escuchen...existen maneras de hacernos oir: http://democraciarealya.es/

jueves, 12 de mayo de 2011

INSERT

Un día, en una reunión de programadores informáticos de Microsoft, el equipo de cerebros se estaba estrujando los sesos pensando en las mejoras punteras que iban a introducir en sus flamantes editores de texto. Ese mismo día, a uno de estos iluminados informáticos se le encendió la bombilla y dijo: "Oye, ¿por qué no ponemos una tecla para agilizar las correcciones? Para que cuando alguien se equivoque escribiendo una palabra, no tenga que 1. Borrarla y 2. Reescribirla. Sino que, accionando esta tecla, pueda hacer las dos cosas de una vez, en un solo paso, borrar y reescribir."
-Mmm, no entiendo...
-Sí hombre, le das a esta tecla y con cada letra que vayas escribiendo se van borrando las que estaban mal.
-Ah, ya entiendo! Qué buena ideaa!
-Sí... un hallazgo! Y además va perfectamente con nuestros ideales de "optimización de las tareas" y "economización del tiempo"!
-Genial! ¿Y cómo llamamos a la tecla?
-Ya lo tengo: INSERT.

Desde aquel día, de forma insospechada y sin motivo aparente, los usuarios del programa empezamos a ser atacados aleatoriamente por un retorcido maleficio informático. Un maleficio que te metía en un absurdo callejón sin salida, en la más perversa de las pesadillas.
Cuando estábamos a punto de terminar nuestro trabajo de fin de carrera, dando los últimos retoques a ese importante informe que habrías de presentar a tu jefe a primera hora de la mañana o corrigiendo la versión definitiva de tu primera novela, ocurría la desgracia.
De pronto, cada vez que ponías el cursor en el lugar del texto donde querías añadir algo y te ponías a teclear... HORROR, ocurría lo impensable: cada golpe de tecla se llevaba una porción de tu trabajo, de forma lenta pero certera, implacable.

¿Por qué? Pues porque la mayor parte de los usuarios no conocemos el uso de todas las teclas del ordenador. Y una de esas teclas misteriosas es la de INSERT. Una tecla que en los ordenadores antiguos estaba situada justo a la derecha de la de borrar (que está encima del ENTER). Es decir, en el lugar idóneo para que cualquier manotazo inconsciente activara la inocente tecla.













Y entonces, ¿qué pasa aquí? ¿Por qué a mi ordenador le sale el lado oscuro y me juega esta mala pasada?

La solución es tan sencilla... pulsar otra vez la tecla INSERT y ya está. Una solución tan fácil y a la vez tan difícil de encontrar, agazapada en la posibilidad remota de que uno de los pocos usuarios que conocen la tecla se entere de tu situación y te ayude, o que probando a darle a todas las teclas al azar, des con la adecuada…

Es el peligro de una mala idea, o una buena idea mal llevada a cabo. Tienen el mismo efecto que un plan malévolo, pero sin la intención de perjudicar. Tan nefasta es la tecla INSERT, como salvavidas es la opción DESHACER. Pero es habitual que las malas ideas sobrevivan largo tiempo. De hecho, los ordenadores se siguen fabricando con esta tecla.
Pero la situación ya no es lo misma. Antes, habría bastado con que el pueblo se reuniera en un foro para discutir sus problemas colectivos, y pronto habrían dado con esa solución tan sencilla.

Y por eso la situación ha cambiado: ahora ya tenemos ese foro colectivo. INTERNET.
Así sabemos que por lo menos a 101 personas les gusta el grupo: Odio la tecla INSERT

Antes algunos individuos podían ser genios y la masa una amenaza. Ahora un individuo puede traer una mala idea, pero la voz colectiva traerá la solución.