miércoles, 22 de diciembre de 2010

octubre

El mismo mar de todos los veranos
tiembla en mis manos y se encoge
suave como el peligro
limpio como el deseo
de tenerte cerca.
Tan suave como el peligro
que dejas caer de los labios
cuando al otro lado de la isla me preguntas
si valió la pena.
Menos mal que llevo en la guantera
canciones lentas para noches bravas
y que mueren de olvido las maneras
cuando es octubre y también me llamas.
El mismo sol de todos los compases
la misma voz donde guardé mi vida
cruzando el vértigo si hay que subir volcanes
de lava azul o añil de las despedidas.
Quién pudiera ser isla y retenernos
donde se acaba el mundo, donde la vida empieza
con la blanca memoria de la ola
regresando septiembre hacia su orilla.
Menos mal que tengo en las rodillas
tu andar vistiendo de algas el poema
devolver el pecado a las costillas
y robarle al reloj vicios y arena.
El mismo mar de todos los veranos
tiembla en mis manos y se encoge
suave como el peligro
limpio como el misterio
de tenerte lejos.
Menos mal que existen las cabañas
y hay domingos con forma de estaciones
y hay inviernos de pájaros raíces
y hay botones mostrándome el camino
y hay nostalgia.
Y al final de la playa lo recuerdo: NO HAY DISTANCIA.

2 comentarios:

  1. ¡Entre orillas y nostalgias mañana nos vemos!
    ¡Serendipia, menudo pistoletazo de salida!

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  2. Ahora octubre es OCTUBRE. Ya solo quedan 10 más y nos hacemos un ciclo poemario-cancionero anual.

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